Florentine monk

Un fraile con su tradicional atuendo en las calles de Florencia esperando al autobus. He descubierto la diferencia entre monje y fraile: el monje no suele salir del monasterio y se dedica a la oración mientras que un fraile es trasladado a diferentes lugares y por lo tanto no tiene un hogar fijo y no se le puede relacionar con ningún sitio en concreto. Por lo tanto, no podría afirmar que este monje sea realmente Florentino. A sus espaldas se encuentra la característica fachada de la Basílica de Santa María Novella, con sus arcos alternados con marmol verde y blanco. El fraile permanece ausente, contemplando el movimiento humano y de automóviles en la Via Panzani. Probablemente agradecerá que se acerque el ocaso, ya que esto significa que el Sol deja de ser una molesta y ardua esfera dorada, y llega por fin la calma y serenidad del crepúsculo y atardecer, refrescando ligeramente el ambiente hasta el punto de la calma y equilibrio de temperatura.

Old Bridge

En el Ponte Vecchio (Puente Viejo en italiano) una mujer, con un rosario al cuello, resguardada del sol con su sombrero, camina ayudandose de un bastón al tiempo que mendiga una limosna con un vaso de plástico. No parecía estar recibiendo mucho, pero teniendo en cuenta la cantidad de gente que transita "il Corridoio Vasariano" cada día de verano, no dudo que al esconderse el sol, la señora tuviese una cantidad generosa para llevarse al bolsillo. La foto la hice en este histórico puente de Florencia, Italia, inspirado una vez más tanto por el lugar y la persona, como por la situación.

Read and Relax

En Florencia, justo a la salida de la Estazione di Firenze Santa Maria Novela, en unos bonitos y bien cuidados jardines, descansa esta viajera a la sombra de unos arbustos. En una tarde soleada, sintiendo ese calorcillo veraniego en el ambiente, tumbarse en la fresca hierba, parece la mejor opción. En ciertas circunstancias, abrazarte a la naturaleza y desvincularte de todo lo que te rodea, de todo lo que te preocupa, es lo mejor que se te ocurre hacer. Y tranquilamente..., que ya habrá tiempo de hacer otras cosas, son las 19:45, de momento déjame disfrutar de una suave lectura... Y parece que es hora de descansar un rato, todos esos macutos para una sola persona, significan que no se trata de un viajecito cualquiera. Puede que sea una larga ruta por Europa, un InterRail como el mío, o un camino sin rumbo ni meta, libre de lo mundano e innecesario. Sea lo que fuere, me inspiró, y de esa situación, esta fotografía.

Embelleciendo las calles

Y en este suelo, estaba dibujada con tizas y gran detalle "Nascita di Venere" (The Birth of Venus by Botticelli). Admirable su trabajo... Imagino que habrá sido una tarea complicadilla; obserbando la calidad de los colores, sus tonalidades y la buena prespectiva , necesaria para representar el famoso fragmento del cuadro en el suelo. Sin más ayuda que la de un pequeño modelo para guiarse, una escoba, trapos y agua para retocar y perfeccionar la reproduccion en el pavimento, resultaba dificil no pararse a apreciar su trabajo y mandarle una sonrisa para recibir otra a cambio. Metí mi mano al bolsillo y eché unas monedas al cestito, pensando que ciertamente se lo merecía. Luego le pedí la foto y orgullosa pero claramente cansada, posó con su ilustración, apoyada en la fresca roca de la fachada de la Basílica de Santa María Novella en Florencia (Italia). El esfuerzo produce resultados al fin y al cabo.