Ciao Pisa!

Y nos despedimos de Pisa tumbados en el cesped de la Piazza della Stazione, un parquecillo justo a la salida de la estación de trenes. Aquí se disfruta de una fresca sombra, que nos ayuda a relajarnos. Podemos descansar de un caluroso día, así como de lo andado por toda la ciudad y el madrugón de esa misma mañana en Florencia para coger el tren dirección Pisa. En algunos momentos el ritmo es ajetreado y se agradece la oportunidad de frenar por unos instantes. Descalzar los pies y sentir que el cuerpo agradece esa tregua.

Esta es pues, la última fotografía tomada en la ciudad de la Torre Inclinada. Partimos ahora en dirección a Roma, la capital de la "península de la bota". Entrata - Uscita.

¿Hace calor?

Pues aparentemente parece que si. Un hombre que estaba trabajando, creo que en algún arreglo de la calzada, se toma una pausa en su tarea para disfrutar de un chorro de agua fresca. No solo para beberla, sino también para echarsela por los brazos y la cara, sintiendo una agradable sensación que solo se da gracias al hecho de haber estado sufriendo ese calor de mediodía.

Con mi paraguas y bocadillo

Pisa, nuestro paso por la ciudad llega a su fin, y volviendo nuestras cabezas una última vez para contemplar la grandeza del lugar, mi sorpresa es la de estar ante el hombre que hace un rato se encontraba desparramado sobre la superficie de marmol bajo la sombra del duomo saboreando un cigarrillo. Sin embargo la estampa que veo no es la de la fotografía, sino la de este mismo protagonista urgando en la basura y extrayendo ese sandwich. Luego mi camara me pidió que apretara el gatillo, y de ahí esta foto.

A la sombra de la Torre

Se acumula la gente al pie de la Torre de Pisa, pero sobre todo bajo la proyección de su sombra. La temperatura y la sensación de calor van disminuyendo a medida que transcurre el día, sin embargo, todavía es mediodía y queremos aprovechar y comer antes de coger el tren dirección Roma. Comemos debajo de unas sombrillas un menu italiano a un buen precio.
En la foto nos encontramos con un hombre de barba blanca, que pude relacionar con algún antiguo filosofo, pensador o erudito, griego. Quizá Aristófanes, Arquímedes o Diógenes de Sinope. Me inspiró su presencia, y de eso esta fotografía.

Taking a break

Seguimos en Pisa, Italia, paseando por la amurallada "Piazza dei Miracoli" en este caluroso día. El cansancio acumulado se nota, y además cargabamos con las mochilas, ya que no pudimos dejarlas en ningún lugar (estabamos de paso). Casi media hora a pie desde la Centrale hasta la "Piazza dei Duomo". Una vez que llegamos (después de recorer varias calles de la ciudad y cruzar un puente sobre el río Arno, el mismo que pasa por Florencia) nos sentamos, por un rato, sobre el suelo de marmol de la catedral.
Aquí se encontraba este hombre, echado como nosotros, y fumandose un cigarrillo. La diferencia era que él solo llevaba lo que se ve en la foto (un paraguas, la chupa sobre la que está tumbado y la ropa que lleva puesta).

Resting so seriously

Este magnífico perro tan impasiblemente desparramado sobre el marmol refrescante de la superficie en la que se erige el Duomo, justo en frente de el Baptisterio. Su mirada imperturbable inspira esta fotografía. El calor del verano, tan agotador, nos obliga a permanecer un momento (algo mas que un momentito) bajo la sombra que nos ofrecen las edificaciones de la Piazza del Duomo. Además el marmol retiene ese reconfortante frescor que al sereno protagonista seguro gratifica.

Rainbow 'brella

Turistas plagando Pisa... Todo lleno de turistas. En esta foto un paraguas, cumpliendo en este caso con la función de parasol, refrescando a esta mujer que pasea tranquilamente por la famosa "Piazza dei Miracoli".