La escapada de la rutina y de lo sobradamente conocido puede conducir a un aclarado de ideas y un replanteamiento de dudas.
¿De qué vale dormir entre flores o sobre la arena? La soledad, pararse a pensar, pensar sin parar o simplemente ser consciente de uno mismo... Eso se encuentra en una huida a lo desconocido y en dirección indecisa y variable.
Marcho a la isla de Ibiza en un breve y solitario periplo de cinco días.
Dejo aquí una fotillo de la primera y anterior vez que estuve en la isla.
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